Querida madre: Mucho he sentido no poder escribirte la semana anterior. He estado muy ocupada ayudando en el pueblo.
La verdad, es que ya tenía una carta preparada para enviártela, pero he cambiado rápidamente de opinión.
Debo apresurarme para felicitar al amigo que acaba de publicar un nuevo libro: VERSANDO SENTIMIENTOS, es su título.
La mayoría de las personas que nos visitan, lo conocen y tú, madre, también sabes que es un fiel seguidor nuestro.
Me estoy refiriendo a ANDRÉ DE ÁRTABRO, el que escribe en NEREIDAS, su blog favorito.
Lleva años surcando la blogosfera y tejiendo estelas de invisibles hilos de amor.
Con la buena intención de que su libro pueda llegar hasta los más apartados rincones y estimular su lectura, quisiera saber transmitiros todo el potencial de amor que encierra ¡tarea muy difícil para salir de unos pucheros!
Me siento una privilegiada por tener el libro y, pese a que todavía no he completado su lectura, puedo deciros, sin equivocarme, que todo él es un compendio de amor, cariño y pasión. Sentimientos tan especiales, por haberlos compartido, que se mantienen en el tiempo y, según se va leyendo, notas que te enganchan y que el corazón palpita más acelerado porque te hace valorar o revivir un amor dormido.
Yo diría, ya para terminar, que es el poeta del mar y del amor.
¡FELICIDADES! Querido amigo.
Y como a este libro sólo se le puede acompañar con amor, ahí os dejo una música preciosa y un poema made in Kasioles:
Como
una flor que se abre
Mis
brazos rodean tu cuello
Y
te aprieto entre mis manos
Porque
deseo tus besos.
El
olor que al acercarme
Va
manando de tu cuerpo
Despierta
en mi corazón
Los
más dulces sentimientos.
¡Amor!
Quisiera ser para ti
Una
flor de primavera
Siempre
estar fresca y lozana
Y
dispuesta a que me quieras.
Quiero
detener el tiempo
Para
que dure el momento
Que
hoy revive mi alma
Mientras
me pego a tu cuerpo.
¡Bésame
amor!
Bésame
y ámame
Yo
sigo pensando en ti
Y
tú vendrás a buscarme.
En
las noches estrelladas
Cuando
la luz de un lucero
Me
acaricie con sus rayos
Y
haga que vibre mi cuerpo…
Sabré
que me estás mirando
Y
yo escucharé: ¡Te quiero!
Y
ahora voy a preparar unos mejillones exquisitos, no exagero, se permite hasta
chupar la cáscara y cogerlos con los dedos.
INGREDIENTES:
Uno o dos kilos de mejillones, dos puerros o dos cebolletas, dos hojas de laurel,
un vaso de vino blanco y medio vaso de agua, dos o cuatro dientes de ajo, una
cucharada de pimentón dulce o con mezcla de picante (a gusto) aceite y parte
del agua de la cocción de los mejillones.
PREPARACIÓN:
1- Primero
hay que limpiar bien los mejillones, les sacaremos todas las barbas y las
adherencias que puedan ir pegadas a sus conchas. Ponerlos en una cazuela al
fuego con: Un poco de agua, el vino blanco y el laurel. Tapar la cazuela y
esperar a que se abran.
2- Retirar y desechar una de las conchas, dejar la otra donde está adherido el mejillón. Colar el agua de la cocción y reservar.
5- Poner
en una sartén aceite (que cubra el fondo) dejar calentar y añadir los dos
dientes de ajo picaditos, dejar que tomen color.
6- Separar
la sartén del fuego y añadir el pimentón, el puerro pochado y parte del líquido
de los mejillones. Remover.
8- Servir
y disfrutad. Están para comérselos. Para aquellos que no les guste ver en la
salsa los trocitos de puerro o cebolleta, les aconsejo que la trituren antes de
utilizarla.
Es una receta que, por su sencillez, no falla
nunca, su precio es asequible y en cuanto a propiedades… nos proporcionan
proteínas de calidad, lo cual quiere decir que contienen muchos aminoácidos de
los llamados indispensables, aportan vitaminas del grupo B y minerales, también hierro, yodo y magnesio, son cardiosaludables. Si a todo esto añadimos que tienen pocas
calorías, que también contienen potasio, que controlan la hipertensión y ayudan a mantener los niveles de
colesterol…. Ya os estoy viendo yendo a comprar mejillones para prepararlos
como mejor os apetezca.
Madre, nos acordaremos de
ti.
Por anticipado, ya te
mando sus cariños y un abrazo muy fuerte de tu hija.