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viernes, 23 de mayo de 2025

LEYENDA DEL PEZ SAN PEDRO Y DEGUSTACIÓN

 


Querida madre: En mi carta anterior te había prometido contarte la leyenda del

pez San Pedro que tu nieto Willi nos preparó el Día de la Madre.

El nombre de este pescado tiene un origen bíblico, en él se mezcla leyenda, historia y milagros.



La historia cuenta que a San Pedro le reclamaron en el templo de Cafarnaúm los impuestos fijados por el César y, al no tener dinero, siguió los consejos de Jesús: Debería ir al mar, echar el anzuelo y abrirle la boca la primer pez que pescara, allí encontraría una moneda de plata y saldaría con ella la deuda.




Así lo hizo y desde ese instante los dedos pulgar e índice con los que Pedro agarró al pez, quedaron marcados con dos manchas negras en cada uno de sus costados.





Un bosque otoñal escondían sus ojos 

brillaban según la luz incidía en ellos

fijaba en los míos sus pupilas

como caricia de sol en crudo invierno.

Su mirada dulce recorría mi cuerpo,

sus fuertes brazos me protegían

cuando me abrazaban en silencio,

¡Qué dulce es añorar momentos entrañables

que son indelebles al tiempo!

momentos que guardo en el alma

y tienen vida propia cuando los sueño.

Al llegar la noche…

mi mente y mi corazón claman su nombre,

al amanecer, me despierta su recuerdo

Y así día tras día, vivo esperanzada

en ir a su encuentro.

 



Y ahora paso a dejaros la receta de este pez hecho al horno sobre un lecho de patatas y verduras:

 

INGREDIENTES: Un pez San Pedro grande, era para familia numerosa, 4 patatas, 2 cebollas, medio pimiento rojo y medio verde, sal y pimienta, aceite y un vaso de vino blanco.



Para el refrito: 3 dientes de ajo laminados, 2-3 guindillas cayenas sin las semillas y un limón.

 

PREPARACIÓN:

1- Pelar y cortar las patatas en rodajas finas, cubrir con ellas el fondo de una bandeja del horno, extenderlas bien.

2- Cortar los pimientos en tiras finas y añadirlos a las patatas.

 


3- Pelar y cortar en juliana las cebollas, mezclar con las patatas y pimientos, salpimentar y regar con medio vaso de vino blanco (reservar el otro medio) y meter al horno a 190 grados durante 20 minutos.



 4- Pasado el tiempo y si las patatas están un poco duras, se cubre la bandeja con papel de aluminio y se vuelve a meter al horno el tiempo suficiente hasta que las patatas casi estén.



 5- Mientras, cortar el limón en rodajas, partir en dos cada una , pelar y laminar los ajos y por último quitar las semillas a las guindillas.



 6- Salar el pescado y repartir las medias rodajas de limón entre los cortes del lomo.



 7- Retirar las patatas del horno, destapar la bandeja y colocar el pescado encima, rociarlo con un hilo de aceite y el medio vaso de vino reservado. Meter al horno con ventilador a 200 grados durante unos 30 minutos.

 

8- Cuando el pescado está en su punto, se retira del horno y se vuelca sobre él el sofrito de los ajos y guindillas, si gusta, se puede echar un poco de vinagre en el sofrito.



 9- Ya solo queda sentarnos a la mesa y degustar esta exquisita ración.

 

Y con besos y abrazos de toda la familia, os mando este mensaje alado de cariños dirigido a la eternidad.

                 Kasioles


domingo, 4 de mayo de 2025

FELIZ DÍA PARA TODAS LAS MADRES!!!!!!!!


Querida madre: Aunque cualquier día del año me parece
idóneo para homenajear a las madres, en España se reserva el primer domingo de mayo.

Mi familia, como es numerosa, lo ha adelantado un día y nos hemos reunido ayer sábado en el pueblo, aún así no hemos estado todos, mis nietos mayores que estudian en Madrid, están con exámenes y no han venido.

Hoy he sido además de la protagonista, la invitada de honor, no me han dejado hacer nada, fueron ellos los que se encargaron de  preparar la comida.



Y como de madres se trata, hoy escribo unas letras aladas para la mía:


         18 años después…

Cuando una madre se va

deja una huella indeleble

un vacío inexplicable

difícil de superar.

Cuando mi madre se fue

me invadió la soledad

aún teniendo alrededor

familia a quien amar.

Entre mi madre y yo

existe amor infinito

es cierto que no la veo

pero la siento conmigo.

No ha dejado de quererme

de arroparme en mi delirio

me enseña a caminar sola

de su ejemplo he aprendido.

                Pese al paso de los años

mi recuerdo sigue vivo

le escribo siempre que puedo

y le hablo de continuo.

               Llevo tatuado en mi pecho

lo que me dijo al morir

daba mil gracias al cielo

por haber tenido una hija

tan buena como la que fui.


Aún hoy, me emociono al recordar sus palabras, me quería tanto…. 

Y como siempre suelo completar mis entradas con un plato apetitoso, ahora os pongo las fotos de lo que han hecho mis hijos y donde Willy pone su arte con este pescado (es un pez San Pedro), el éxito está asegurado. Mil gracias a todos. 

Después de unos ricos y variados entrantes, faltan fotos de la empanada y una tabla de quesos...... 






....el plato estrella fue este enorme pescado que también se conoce con el nombre de pez San Martiño, en otra entrada os contaré la leyenda que existe sobre este pez.



Por esta vez y sin más explicaciones sobre este pescado al horno, doy por finalizada esta misiva que envío con todo cariño a mi madre.

Os deseo un feliz día a todas las madres y a todos los hijos que tengan la suerte de poderles dar un fuerte abrazo.

                                                                                                                                    Kasioles

                                                     


miércoles, 2 de abril de 2025

RECORDANDO A LENI. Y DE COMIDA, CALAMARES EN SU TINTA.

 

Querida madre: Confieso que tengo pocas ganas de escribir y el estado de
ánimo tampoco me acompaña.

Pero debo contarte la historia que conozco sobre este compañero ideal.




Me refiero a un perro de aguas, con su pelo ensortijado y carita de buen animal.



No era mío, pero siempre que uno de mis hijos venía a verme con su familia, lo traían.

Se llamaba Leni y cuando nos conocimos, entre los dos hubo complicidad.

Ladraba a los desconocidos, pero a mí me respetaba y seguía mis pasos como buen guardián.



A la hora de comer, se tumbaba a mi lado y esperaba paciente lo que yo reservaba para él.

Reunidos alrededor de la mesa los 15 de familia y si la charla se prolongaba…

Discretamente ponía su pata sobre mi pierna como diciendo ¿Te has olvidado de mí?


¡Lástima que el tiempo no pare y pase tan rápido!

¡Lástima que sin darnos cuenta nos vaya restando años a la vida!

Leni se convirtió en un viejecito que necesitaba mucha atención.

Con ayuda de los cuidados veterinarios, mis hijos lograron que viviese 4 años más que los perros de su raza.

Pero nadie es eterno, sea humano o animal, el final nos llega y a Leni lo tuvieron que dormir para que no sufriera más.

Dejó a la familia triste, sin pretenderlo se había convertido en uno más.

A muchos les asombrará que haya personas que lloren por un perro.

Lo respeto y hasta lo entiendo, pero ello se debe a que jamás han conocido el cariño que un perro puede dar.

Si supieran que lo dan todo a cambio de nada…

Como perro que era, no sabía hablar,

pero si lo hiciera…

daría gracias por haber tenido unos amos preocupados siempre por su bienestar.

Leni era particular, fue un guardián ideal, seguía velando el sueño de Marietta hasta ya avanzada edad.

Adoraba a la niña, era como si fuese su cuidadora ideal.

Entre los dos había una comunicación especial, el cariño era reciproco, ella jamás lo podrá olvidar.

Hay perros que también nacen con estrella y Leni la llevaba en el collar.

Y como hoy no está el ánimo para músicas, paso directamente a dejaros un plato que seguro os va a gustar.


CALAMARES EN SU TINTA:

INGREDIENTES: 3 calamares con su piel, una cebolla grande y una cebolleta, 1 puerro con su parte verde, un tomate grande y un puñado de cherrys, 3 dientes de ajo, 1 pimiento verde, 150 ml de vino blanco, la tinta de los calamares, sal, aceite y perejil.




PREPARACIÓN:

1- Una vez limpios los calamares, se procede a dar unos cortes en diagonal y superficiales, en un sentido y en el otro, se formarán pequeños rombos y el calamar se vuelve más blando de esta forma.



2- Cortar los cuerpos en trozos no muy grandes y reservarlos junto a las aletas y los tentáculos.




3- Picar las verduras y los dientes de ajo.



4- Poner una cazuela al fuego con un poco de aceite que cubra el fondo, echar los ajos laminados.



5- Cuando los ajos empiezan a tomar color, se añade el pimiento verde y a continuación el puerro y las cebollas.




6- Remover para mezclar y dejar pochar durante unos 15 minutos más o menos, la cebolla debe quedar muy blandita.




7- Triturar los tomates con un poco de perejil, añadirlos al sofrito, dejar que se hagan un rato y luego se riega el conjunto con el vino blanco, subir el fuego y dejar evaporar el alcohol.




8- Cuando el sofrito está, se añaden las tintas disueltas en un buen chorro de agua, añadir algo más de agua si hiciese falta y dejar cocer el conjunto unos 10-15 minutos.




9- Mientras, se pone una sartén al fuego con un poco de aceite, se deja calentar mucho y se saltean los calamares, se harán por tandas, no hay que amontonarlos, con el calor se encogen y enrollan. Retirar y reservar. Al saltearlos quedará jugo en la sartén, se va añadiendo a la salsa. Repetir esta operación hasta que se acaben todos los calamares.





10- Triturar la salsa, añadir los calamares reservados y salteados, tapar la cazuela y dejar cocer unos 20 minutos a fuego medio y el calamar estará a punto. Poner el punto de sal al gusto.





11- Se sirven con arroz blanco y el bocado es de lo más rico, me encantaría que los pudieseis probar.



Acabo esta misiva enviando cariños de todos nosotros para los que ya estáis descansando en esa otra dimensión.

Kasioles