Querida madre: En mi carta anterior te había prometido contarte la leyenda del
pez San Pedro que tu nieto Willi nos preparó el Día de la Madre.
El nombre de este pescado tiene un origen bíblico, en él
se mezcla leyenda, historia y milagros.
Así lo hizo y desde ese instante los dedos pulgar e
índice con los que Pedro agarró al pez, quedaron marcados con dos manchas
negras en cada uno de sus costados.
Un bosque otoñal escondían sus ojos
brillaban según la luz incidía en ellos
fijaba en los míos sus pupilas
como caricia de sol en crudo invierno.
Su mirada dulce recorría mi cuerpo,
sus fuertes brazos me protegían
cuando me abrazaban en silencio,
¡Qué dulce es añorar momentos entrañables
que son indelebles al tiempo!
momentos que guardo en el alma
y tienen vida propia cuando los sueño.
mi mente y mi corazón claman su nombre,
al amanecer, me despierta su recuerdo
Y así día tras día, vivo esperanzada
en ir a su encuentro.
Y ahora paso a dejaros la receta de este pez hecho al
horno sobre un lecho de patatas y verduras:
INGREDIENTES: Un pez San Pedro grande, era para familia
numerosa, 4 patatas, 2 cebollas, medio pimiento rojo y medio verde, sal y
pimienta, aceite y un vaso de vino blanco.
PREPARACIÓN:
1- Pelar y cortar las patatas en rodajas finas, cubrir
con ellas el fondo de una bandeja del horno, extenderlas bien.
2- Cortar los pimientos en tiras finas y añadirlos a las
patatas.
3- Pelar y cortar en juliana las cebollas, mezclar con
las patatas y pimientos, salpimentar y regar con medio vaso de vino blanco
(reservar el otro medio) y meter al horno a 190 grados durante 20 minutos.
8- Cuando el pescado está en su punto, se retira del
horno y se vuelca sobre él el sofrito de los ajos y guindillas, si gusta, se
puede echar un poco de vinagre en el sofrito.
Y con besos y abrazos de toda la familia, os mando este
mensaje alado de cariños dirigido a la eternidad.
Kasioles