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domingo, 19 de septiembre de 2010

ALITAS DE POLLO MACERADAS, AL HORNO O EN BARBACOA



Hola mamá, buenos días: Ya llevamos en el chalé varias semanas.

Máriel ha vuelto a coger más días de vacaciones y esto empieza a recobrar parte del encanto que tenía años atrás.

Tus biznietos, muy contentos, quieren quedarse a dormir con nosotros. Las más pequeñas, emocionadas, reclamaban a sus padres les trajesen, entre otras cosas, la rana, fiel compañera de Katiuska a la hora de ir a la cama y el oso amoroso, mascota de Laura.

Anthony, orgulloso y complaciente, quiso se quedasen las dos, ¡que alegría tenían! Me encantaría que las vieras, están preciosas.

Duermen en tu habitación, hace un rato, me acabo de levantar a mirarlas, abrazadas cada una a sus respectivas mascotas, parecen dos angelotes.

Katiuska se acuerda mucho de ti, no recuerdo exactamente como salió la conversación, el caso es que, al estar haciendo las camas en las que iban a dormir, le decía que, precisamente en la que estábamos poniendo las sábanas rosas, era donde dormías tú y ahora lo haría ella.

Seguramente mi voz debió vibrar de emoción, quizás tembló al recordarte y ella, al notarlo, me dice: Abuela, no estés triste, tu madre volverá.

Quise abrazarla, llorar en su pequeño hombro, pero me contuve, no me entendería, es aún demasiado pequeña.
Perdona, mi intención no es entristecerte, todo lo contrario, quiero que de alguna forma, participes de la alegría que en estos días hemos tenido al estar reunidos.

Ya no recuerdo si te he comentado que este año hemos pintado la piscina, da gusto verla, reluce cuando el sol incide en sus paredes y en el agua.

Los más pequeños, sin meterse muchas veces en ella, disfrutan muchísimo corriendo y mojándose con los aspersores que riegan el césped.

Al llegar la noche, Lucho preparó unas brasas, hicimos una barbacoa.

Entre las verduras y carnes que tenía preparadas, lo que más gusta a casi todos, son unas alitas de pollo maceradas.

Te mando la receta del adobo, es una nueva fórmula, Willi me ha sugerido parte de los ingredientes, preparadas así, resultan mucho más ricas.

La receta que te mando, también sirve para macerar pollo troceado.

Si son alitas, hay que cortarles las puntas y limpiarlas bien.

Salar las alas o el pollo troceado, colocarlas en una fuente amplia y añadir: Tres cucharadas de mostaza Maille, pimienta blanca o negra, molidas, pimentón dulce (admite algo de picante, al gusto), hierbas aromáticas (se pueden comprar ya preparadas y mezcladas, una cucharada), una cucharilla de orégano, una buena copa de vino blanco, una cebolla troceada, cuatro o cinco dientes de ajo picados, dos hojas de laurel en trozos, perejil picadito y un chorro de aceite de oliva.

Remover para que se impregnen bien las alitas o el pollo en el adobo, meter la fuente en el frigorífico y dejar macerando de un día para otro.

Si no quisiéramos hacerlo a la brasa, se puede meter al horno (inclusive sin retirar el adobo) lo dejaremos a unos 180 grados durante unos 45 minutos más o menos, hasta que esté bien hecho y doradito.

Madre, se me ha ido el tiempo sin darme cuenta, son las 4,30 de la madrugada, volveré a la cama, intentaré no tropezar, no quiero encender la luz para no despertar a Anthony.

Buenas noches, madre mía, casi debería decirte buenos días.

Todos me dicen te mande un montón de abrazos, a los de ellos, une otro mío lleno de cariño.

Kasioles




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