Mí querida madre: Tenía ganas de estar contigo. Hay momentos en que necesito hablarte.
Acabamos de comer. Anthony está haciendo el crucigrama del periódico. Armando y Francis, juegan en el ordenador.
Con la ayuda de Pi, ya tenemos recogida la cocina y, mientras ella lee, he llegado a la conclusión, que este es el mejor momento para poder escribirte.
Hace más de un mes que hemos abandonado el campo y de nuevo estamos instalados en la ciudad, me siento más relajada.
Atrás han quedado las reformas hechas en el chalé y los ruidos insoportables de las herramientas que utilizaban los obreros.
También he paralizado las conservas, por este año ¡ya está bien! no hago más.
Últimamente, he recogido unos membrillos de los árboles y me gustaría hacer dulce, a ti te encanta comerlo con un queso fresco o con uno gallego mantecoso y rico.
Pero me lo tomaré con calma, esta fruta aguanta tiempo sin estropearse. Prometo hacerlo para ti, ¡si vinieras estas Navidades!.... ¡qué gran alegría tendríamos todos!
De nuevo he vuelto a matricularme en la Universidad, las clases empezaron a primeros de Octubre pero, por unos u otros motivos, tu hija ha hecho más novillos que en toda su vida de estudiante.
Recordarás que yo era muy responsable, por otra parte, en aquellos tiempos, el faltar a clase era poco menos que pecado mortal. Ahora, pasados los años, puedo permitirme el lujo de “pirarme”, algún beneficio tendríamos que tener las que ya somos mayorcitas… Nos suponen tan responsables…
Me estoy liando y todavía no he escrito la receta. Dentro de un rato, con toda seguridad, notarán mi falta y me estarán llamando. Nietos y marido no pueden vivir sin mí.
Para hacer este plato se necesitan: Dos tiras largas de falda de ternera blanca o roja, un poco gorditas, patatas cortadas en rodajas gruesas, una cebolla cortada en juliana, 300 gramos de champiñones cortados en cuartos, un pimiento verde y otro rojo en tiritas, aceite, sal y vino blanco.
Para aromatizar, usaremos unas hierbas para churrasco, ajo y perejil.
El plato es sencillo de hacer, tan solo hace falta tiempo para hornearlo.
Colocar sobre el fondo, de una fuente grande de horno, las patatas, los pimientos, la cebolla y los champiñones, salar, regar con el vino blanco y un chorro de aceite.
Colocar encima las tiras de falda (churrasco) salarlas, aromatizarlas con unas hierbas y un picadito de ajos y perejil.
Meter al horno precalentado a 150 grados, dejar que se vaya haciendo lentamente. Tardará más de dos horas. A medio hacer, dar vuelta al churrasco.
La carne resulta deliciosa y las patatas…..¡para comérselas!
Se me olvidaba, voy corriendo a darle la vuelta.
Muchos besos de todos, uno muy especial de tu hija.
Kasioles
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