Las lluvias abundantes que deberíamos haber tenido en el mes de Abril, caen con fuerza de granizo en Mayo.
Ayer, Anthony, estaba preocupado por la huerta. La semana anterior hemos ido varios días al pueblo. Se dedicó a preparar la tierra con unos surcos perfectamente paralelos y yo le ayudé a plantar tomates, pimientos, calabacines, repollos, cebollas etc.
Acabé arriñonada por la falta de costumbre.
Teme ir a verla. Con la fuerza y la cantidad de agua que ayer cayó, lo más seguro es que haya tumbado y roto las diminutas plantas que empezarían a enraizar ¡una pena!
Pero ya sabes que este clima es así: Unas veces te hielas, otras te asas y, entre medias, te remojas.
Ayer, fue la clausura de mi curso. El rector daba una charla y después nos obsequiaban con un vino.
No he ido, he preferido quedarme con Anthony. Pero tampoco hemos salido. Quería ser él el que me invitase a tomar algo y al mismo tiempo dar un paseo. La temperatura era muy buena.
Pero… al poco se nubló, es como si de pronto se hiciese de noche, es como si el cielo se enfadara y empezara a descargar toda su ira en forma de tormenta y agua ¡qué relámpagos! Iluminaban todo el cuarto de estar.
No es de extrañar que Anthony no quiera acercarse a ver la huerta.
Pero ya sabes que no es la primera vez que esto ocurre. Volveremos a comprar más plantas y otra vez vuelta a empezar, ¡todo sea por poder comer una rica ensalada en el verano!
Hoy Sonsoles nos traerá a Laura y a Alexis ¡qué lindos son!
Alexis, con su media lengua, lo parlotea todo ¡qué cariñoso es!
Sólo lo conoces a través de las fotos que te mando, otro tanto le pasa a él, yo también le enseño tus fotos y no dejo de hablarle de ti, le digo que tiene una doble abuela, que es muy guapa, que su pelo es muy blanco, su piel muy suave y es tan buena y dulce como la miel.
No sé que me pasa, pero casi siempre que te escribo, acabo entristeciéndome. Es muy posible, y pese a la gran distancia que nos separa, que a veces llegues a escuchar el lamento de mi corazón ¡qué compenetradas estamos!
Cambio de tema y paso a enviarte lo que hoy he preparado en tu recuerdo: MENESTRA DE CARNE CON VERDURAS.
La receta es un poco entretenida, pero a ti te sobra paciencia.
El resultado es espectacular, ¿recuerdas que siempre que la hacía me decías que estaba deliciosa? Y añadías: ¡qué bien cocinas!
Poner una cazuela al fuego con un poco de aceite, que cubra el fondo. Dejar calentar, añadir dos dientes de ajo laminados, esperar a que tomen color y echar medio kilo de carne de ternera, (cortada en trozos pequeños), dejar dorar bien, saltear con ella unos cien gramos de jamón bien picado y añadir las verduras: la cebolla, el puerro, el tomate, las dos zanahorias y el pimiento verde, todo picado, rehogar con la carne, poner el punto de sal junto con una hoja de laurel y una cucharada de pimentón dulce, dejar pochar un rato, como se quedará seco, regar con un vaso de vino blanco y tres o cuatro de caldo de carne o verduras (si es necesario, se pueden usar pastillas de caldo, cuidado que salan mucho), dejar pochar todo a fuego lento, parte del agua se evaporará, la salsa irá engordando.
Cuando la carne esté tierna, retiraremos la cazuela del fuego.
En una sartén con un poco de aceite, saltearemos 150 gramos de champiñones laminados junto con un diente de ajo picadito, sin acabar de hacerse, los volcaremos sobre la carne y verduras de la cazuela.
Cocer dos o tres huevos en agua durante 10 minutos. Pelar y cortar en rodajas un poco gordas. Pasarlas por harina, huevo y freírlas, añadirlas con cuidado a la cazuela.
Hacer lo mismo con rodajas de calabacín sin pelar y con unos espárragos troceados de lata.
Cuando todo lo hayamos colocado en la cazuela, trituraremos en el vaso de la batidora, muchas hojas de perejil junto con un diente de ajo picado y un poco de vino blanco, volcar sobre los rebozados y dejar que todo junto de un hervor de unos minutos.
Dejar reposar y servir.
Madre, cuando la hagas, no dejes de invitar a Josep, te lo agradecerá, su mujer se la hacia y le encantaba.
Acabo ya, recibe muchos besos y abrazos de todos, siempre me dicen que no se me olvide mandártelos. A los de ellos, une también este cariño tan especial que siente tu hija por ti.
Kasioles
Una receta estupenda para comenzar la semana con una carta muy sentida y llena de sentimiento
ResponderEliminarAbrazos