Querida madre: Hoy viene a mi mente una novela del escritor colombiano García Márquez: EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA, y aunque mi caso no tiene nada que ver con la pensión que espera el coronal y la carta no llega, sí tiene cierta analogía con el abandono al que te he sometido a lo largo de todos estos meses al no escribirte.
Confieso que lo he ido dejando y se me ha pasado el
tiempo sin enterarme, pero no por ello he dejado de hablar mentalmente contigo,
de siempre te llevo y te llevaré en mi corazón.
Por otra parte, tampoco me he olvidado de todos los
seguidores que nos han dejado unas letras en las pasadas Navidades, mil gracias
por vuestra compañía y recuerdo, también agradezco los correos recibidos
preguntando por mi salud, a D.G. no he estado enferma, solo ha sido falta de
inspiración y la pereza se encargó del resto, mi deseo es seguir
enriqueciéndome con vuestros escritos.
Tampoco quiero pasar por alto mi felicitación para este
año que acabamos de estrenar, deseo para todos que esté lleno de bendiciones y
felicidad.
Y ahora os dejo esta música que le va como anillo al dedo
a este poema que escribí recordando a Anthony.
Baila,
baila, baila
no dejes de bailar conmigo
abrázame fuerte,
siente mi latido.
acaríciame con tu aliento
y susurra en mi oído
las palabras de amor
que jamás olvido.
sigamos danzando
vivamos la pasión
que nos mantiene unidos.
¡Miedo tengo despertar
y que ya no estés conmigo!
Por hoy solo me queda meterme en la cocina y dejaros un
plato que, para los amantes del bacalao, es de lo más exquisito, la receta es
portuguesa.
INGREDIENTES: Trozos de bacalao desalado, sirve el que se
vende congelado y en su punto de sal (solo habría que descongelarlo), la
cantidad depende del número de comensales, 5 o 6 patatas, tres pimientos (rojo,
verde y amarillo), 3 cebollas grandes, 2 dientes de ajo, dos cucharadas de
tomate frito o de pasta de tomate, un chorrito de vino blanco y queso rallado.
Para la bechamel: Leche entera, harina, mantequilla, una
cucharada de aceite, sal (si fuese necesario), pimienta y nuez moscada.
PREPARACIÓN:
1- Poner a hervir la leche y cocer en ella los trozos de
bacalao desalado hasta que suelten las lascas, tardarán algo menos de diez
minutos. Retirar el bacalao escurrido y reservar la leche ya que con ella
haremos la bechamel.
2- Cuando el bacalao esté templado, se sacan las lascas,
se eliminan pieles y espinas y luego se desmenuza. Reservar.
3- Pelar y cortar las patatas en rodajas de un cm de
grosor, más o menos. Cocerlas en agua con sal, escurrir y reservar.
4- Picar las cebollas en juliana y los pimientos en
dados. Reservar.
5- Poner una cazuela baja al fuego con suficiente aceite
que cubra su base, picar los dientes de ajo y añadirlos.
6- Cuando los ajos empiezan a tomar color, se añade el
resto de las verduras y se dejan pochar lentamente, a medio hacer, se riegan
con un chorrito de vino blanco, subir el fuego para que se evapore el alcohol.
7- Una vez que las verduras están pochadas, se pasan a un
cuenco, se mezclan con las lascas de bacalao desmenuzado y se les incorpora
unas cucharadas de tomate frito. Reservar.
8- Ahora ya solo queda montar el plato: En la base de una
fuente que pueda ir al horno, previamente pincelada con unas cucharadas de
salsa de tomate, se va colocando una capa de patatas cocidas, de las que hemos
reservado anteriormente.
9- Sobre las patatas, vamos echando parte de las verduras
pochadas que están mezcladas con el bacalao.. Seguir haciendo capas de patata,
y sofrito de bacalao con verduras. En la capa superior deberá quedar sofrito de
bacalao y verduras.
10- Cubrir con la bechamel que habremos hecho con la
leche donde ha cocido el bacalao.
11- Poner una capa de queso rallado cubriendo toda la
superficie y meter al horno a gratinar durante unos minutos.
12- Y como todo trabajo tiene su recompensa, ahora toca
disfrutar y saborear esta rica ración.
Acabo ya enviándote abrazos y cariños alados, estoy
convencida de que llegarán a tu corazón.
kasioles