No pasa día sin que me acuerde de ti, pero ya sabes que siempre surgen cosas que ocupan mi tiempo, y cuando te escribo, me gusta estar tranquila, no me agrada que nadie interrumpa nuestra charla.
El lunes de esta semana, hemos recibido la visita de una prima, es nieta de un hermano de papá, vive en Barcelona y ha decidido venir a conocernos, es encantadora, está llena de vitalidad y optimismo.
Hemos pasado unos días inolvidables en su compañía.
Anthony nos acompañó a todas partes, le hemos enseñado los rincones típicos de esta tierra y ha probado las ricas tapas, características de la zona.
Le encantan las morcillas y, en su honor, le he preparado las que suelo hacer siempre y que a todos gustan ¿recuerdas cómo me las alababas siempre que las ponía?
Me imagino que hace mucho tiempo que no las comes, aprovecho ahora para enviarte la receta.
Utilizo morcillas de Burgos, de las que tienen arroz y otras de cebolla, con dos morcillas, una de cada clase, es suficiente.
Hay que quitarles la piel y reservar lo demás.
Preparación:
Poner una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva, picar finamente una cebolla, dejarla pochar a fuego lento con el punto de sal, no hay que tener prisa, la cebolla debe quedar transparente, melosa y brillante.
Cuando está en este punto, se le añade:
Un puñado de pasas que no tengan semillas (Corinto) y unos piñones pelados, rehogar hasta que las pasas aumenten de tamaño y los piñones se doren un poco, completar echando una manzana grande un poco ácida (Reineta) cortada en dados pequeños, dejar que se rehogue bien con la cebolla, esperar hasta que esté blanda, entonces, añadir las morcillas, deshacerlas un poco con una cuchara de madera y remover para mezclar bien.
Dejar todo el conjunto unos minutos sobre el fuego y ya está listo para ser utilizado.
Yo suelo ponerlo como entrante, lo acompaño con unos panecillos tostados y cada uno se va sirviendo sobre las barquitas de pan.
Pero…..¿recuerdas que también te gustaban los pimientos rellenos? En este caso, no tienes más que coger una lata de pimientos del piquillo, escurrirlos bien y rellenarlos con el pochado de morcilla, cebolla y manzana ¡ buenísimos !
Estoy esperando a Máriel y a Pi, se han ido a comer a un pueblo con unos amigos, luego iremos al chalé.
Esta tarde celebraremos el santo de Miriam, cumple 3 añitos, ya están todos allí preparando la cena, hoy me han dado el día de descanso, voy de invitada.
Me acaba de llamar Anthony, ya me está echando en falta, sin mí….
Madre, yo sin él tampoco sabría qué hacer.
Te seguiré contando.
Besos y abrazos de todos.
El lunes de esta semana, hemos recibido la visita de una prima, es nieta de un hermano de papá, vive en Barcelona y ha decidido venir a conocernos, es encantadora, está llena de vitalidad y optimismo.
Hemos pasado unos días inolvidables en su compañía.
Anthony nos acompañó a todas partes, le hemos enseñado los rincones típicos de esta tierra y ha probado las ricas tapas, características de la zona.
Le encantan las morcillas y, en su honor, le he preparado las que suelo hacer siempre y que a todos gustan ¿recuerdas cómo me las alababas siempre que las ponía?
Me imagino que hace mucho tiempo que no las comes, aprovecho ahora para enviarte la receta.
Utilizo morcillas de Burgos, de las que tienen arroz y otras de cebolla, con dos morcillas, una de cada clase, es suficiente.
Hay que quitarles la piel y reservar lo demás.
Preparación:
Poner una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva, picar finamente una cebolla, dejarla pochar a fuego lento con el punto de sal, no hay que tener prisa, la cebolla debe quedar transparente, melosa y brillante.
Cuando está en este punto, se le añade:
Un puñado de pasas que no tengan semillas (Corinto) y unos piñones pelados, rehogar hasta que las pasas aumenten de tamaño y los piñones se doren un poco, completar echando una manzana grande un poco ácida (Reineta) cortada en dados pequeños, dejar que se rehogue bien con la cebolla, esperar hasta que esté blanda, entonces, añadir las morcillas, deshacerlas un poco con una cuchara de madera y remover para mezclar bien.
Dejar todo el conjunto unos minutos sobre el fuego y ya está listo para ser utilizado.
Yo suelo ponerlo como entrante, lo acompaño con unos panecillos tostados y cada uno se va sirviendo sobre las barquitas de pan.
Pero…..¿recuerdas que también te gustaban los pimientos rellenos? En este caso, no tienes más que coger una lata de pimientos del piquillo, escurrirlos bien y rellenarlos con el pochado de morcilla, cebolla y manzana ¡ buenísimos !
Estoy esperando a Máriel y a Pi, se han ido a comer a un pueblo con unos amigos, luego iremos al chalé.
Esta tarde celebraremos el santo de Miriam, cumple 3 añitos, ya están todos allí preparando la cena, hoy me han dado el día de descanso, voy de invitada.
Me acaba de llamar Anthony, ya me está echando en falta, sin mí….
Madre, yo sin él tampoco sabría qué hacer.
Te seguiré contando.
Besos y abrazos de todos.
Kasioles
Querida abuela:
ResponderEliminarMe alegra contemplar que tu blog va prosperando, y que constituye un centro de reunión para lectores nostálgicos de la buena cocina.Sabía que lo conseguirías.
Un abrazo:
Armando