Mi querida madre: En esta noche de verano, cálida, de luna llena, quiero dedicarte unas letras.
El calor agobiante del día, parece ha desaparecido al llegar la noche.
La cena al aíre libre y el estar rodeados de la familia, junto con la tertulia que parece no acabar, son una de tantas vivencias que permanecerán siempre grabadas en nuestra memoria.
Anthony y yo nos sentimos felices. Este fin de semana también ha venido Willi con su familia.
Casi estamos todos, lo digo, porque tu silla, pese a estar ocupada por alguno de tus nietos, para mí, seguirá estando vacía hasta tu regreso
El encanto de la reunión, no quiero se rompa por recordarte, intento que mi expresión no refleje lo que siento, evado mi pensamiento distrayéndome con alguno de tus biznietos y sonrío.
A Anthony no le gusta verme tan pensativa, me conoce demasiado, ya sabe que tú representas una parte muy importante en mi vida, por esta razón ¿es de extrañar que te eche tanto en falta?
No creo que él pueda sentirse celoso, de sobras sabe lo mucho que lo quiero y admiro. Pese a los años que llevo a su lado, sigo enamorada.
Al estar todos, llevo un día movidito, pero no me asusta el trabajo, me compensa el estar con ellos ¡cómo disfruto viéndoles charlar y reír!
Hoy, de segundo plato, he preparado bonito, a Anthony le encanta, en la receta incluiré su nombre: Bonito al gusto de Anthony.
Este plato es muy sencillo, de los que no fallan.
Hace muchos años que lo hago, a todos gusta, a ti, madre, también ¿lo recuerdas?
Para prepararlo, suelo utilizar una o dos rodajas gordas de la parte abierta de un bonito, son más jugosas.
Poner en un puchero agua a hervir, cuando hace burbujas, se echan las rodajas de bonito, se les pone el punto de sal y se dejan unos minutos cociendo, cambiarán de color, retirar escurridas.
Si por dentro quedasen un poco sonrosadas, no importa, están en su punto.
Cuando enfríe, se limpian bien de piel y espinas, se trocea o se sacan las láminas y se reserva.
En una sartén, con un poco de aceite, que cubra el fondo, se echan dos dientes de ajo laminados, dejar que tomen color y añadir una cebolla grande picadita, rehogar y dejar pochar un ratito, mientras, picar dos pimientos verdes italianos y uno rojo, incorporarlos a la cebolla, dejar que todo el conjunto se vaya haciendo lentamente.
Preparar una salsa de tomate o utilizar tomate frito que sea de buena calidad.
Cuando todo está bien pochado, se añade el tomate, mezclar bien, regar con un vaso pequeño de vino blanco, subir el fuego para que se evapore el alcohol y seguidamente introducir el bonito laminado. Remover para mezclar, dejar un par de minutos sobre el fuego y servir.
Se aconseja no dejar mucho rato el bonito dentro de la fritada, se reseca con facilidad.
Se puede adornar el plato con unas rodajas de huevo cocido.
Si sobrase algo, cosa rara en casa de las familias numerosas, se puede alargar el plato con unas patatas cortadas en dados y fritas en abundante aceite.
Si todavía quedase escaso, se soluciona añadiéndole unos dados de calabacín salteados, deberán quedar al dente.
Madre, ahora es la época del bonito, si sigues al pie de la letra la receta, su olor y sabor te recordarán a tu hija y traerán a tu memoria aquellos días felices, cuando estabas con nosotros.
Se hace tarde, es noche cerrada, miro al cielo y hay cantidad de estrellas.
Tengo que acabar, de día no dispongo de un rato tranquilo para poder escribirte, lo hago ahora, de noche, cuando todos duermen.
Todos te mandan besos, yo también.
Abrazos
El calor agobiante del día, parece ha desaparecido al llegar la noche.
La cena al aíre libre y el estar rodeados de la familia, junto con la tertulia que parece no acabar, son una de tantas vivencias que permanecerán siempre grabadas en nuestra memoria.
Anthony y yo nos sentimos felices. Este fin de semana también ha venido Willi con su familia.
Casi estamos todos, lo digo, porque tu silla, pese a estar ocupada por alguno de tus nietos, para mí, seguirá estando vacía hasta tu regreso
El encanto de la reunión, no quiero se rompa por recordarte, intento que mi expresión no refleje lo que siento, evado mi pensamiento distrayéndome con alguno de tus biznietos y sonrío.
A Anthony no le gusta verme tan pensativa, me conoce demasiado, ya sabe que tú representas una parte muy importante en mi vida, por esta razón ¿es de extrañar que te eche tanto en falta?
No creo que él pueda sentirse celoso, de sobras sabe lo mucho que lo quiero y admiro. Pese a los años que llevo a su lado, sigo enamorada.
Al estar todos, llevo un día movidito, pero no me asusta el trabajo, me compensa el estar con ellos ¡cómo disfruto viéndoles charlar y reír!
Hoy, de segundo plato, he preparado bonito, a Anthony le encanta, en la receta incluiré su nombre: Bonito al gusto de Anthony.
Este plato es muy sencillo, de los que no fallan.
Hace muchos años que lo hago, a todos gusta, a ti, madre, también ¿lo recuerdas?
Para prepararlo, suelo utilizar una o dos rodajas gordas de la parte abierta de un bonito, son más jugosas.
Poner en un puchero agua a hervir, cuando hace burbujas, se echan las rodajas de bonito, se les pone el punto de sal y se dejan unos minutos cociendo, cambiarán de color, retirar escurridas.
Si por dentro quedasen un poco sonrosadas, no importa, están en su punto.
Cuando enfríe, se limpian bien de piel y espinas, se trocea o se sacan las láminas y se reserva.
En una sartén, con un poco de aceite, que cubra el fondo, se echan dos dientes de ajo laminados, dejar que tomen color y añadir una cebolla grande picadita, rehogar y dejar pochar un ratito, mientras, picar dos pimientos verdes italianos y uno rojo, incorporarlos a la cebolla, dejar que todo el conjunto se vaya haciendo lentamente.
Preparar una salsa de tomate o utilizar tomate frito que sea de buena calidad.
Cuando todo está bien pochado, se añade el tomate, mezclar bien, regar con un vaso pequeño de vino blanco, subir el fuego para que se evapore el alcohol y seguidamente introducir el bonito laminado. Remover para mezclar, dejar un par de minutos sobre el fuego y servir.
Se aconseja no dejar mucho rato el bonito dentro de la fritada, se reseca con facilidad.
Se puede adornar el plato con unas rodajas de huevo cocido.
Si sobrase algo, cosa rara en casa de las familias numerosas, se puede alargar el plato con unas patatas cortadas en dados y fritas en abundante aceite.
Si todavía quedase escaso, se soluciona añadiéndole unos dados de calabacín salteados, deberán quedar al dente.
Madre, ahora es la época del bonito, si sigues al pie de la letra la receta, su olor y sabor te recordarán a tu hija y traerán a tu memoria aquellos días felices, cuando estabas con nosotros.
Se hace tarde, es noche cerrada, miro al cielo y hay cantidad de estrellas.
Tengo que acabar, de día no dispongo de un rato tranquilo para poder escribirte, lo hago ahora, de noche, cuando todos duermen.
Todos te mandan besos, yo también.
Abrazos
Kasioles
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