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miércoles, 25 de febrero de 2015

SOLOMILLO CON PERAS AL AROMA DE PEDRO XIMÉNEZ

Querida madre: Seguramente, cada misiva que te dedico, lleva impresa la nostalgia de no tenerte conmigo, pero tú, bien sabes, que sólo es cuando te escribo, ya que, lo que  me motiva, es liberar los sentimientos que guarda mi alma y me presionan por irse contigo.

En la carta que te mandé la semana pasada, una amiga (es Marina Filgueira del blog Mi pasión, la poesía) me decía que le escribiese a la vida, que también tiene su corazoncito y no es bueno decepcionarla.

Como soy una romántica, estoy convencida de que el amor es el motor de la vida, y voy a tratar de analizar lo que opino sobre él.
Si alguien me preguntara:






KASIOLES ¿QUÉ ES PARA TI EL AMOR?





¡Qué difícil me lo pones!
Pero diría:
Es un remolino de espuma
Que primero hechiza el alma
Y luego atrapa el corazón.
¡Te engulle sin razón!

¿QUÉ SIENTES CUANDO ESTÁS A SU LADO?

¡Complicado es describirlo!
Se asemeja a la corriente de un río
Que mece mi cuerpo, me eriza la piel
Y me eleva a lo divino.

¿QUÉ LE DICES O SUSURRAS?

Cuando le hablo o lo miro…
Las palabras se sonrojan
Se atropellan, se hacen nudos
Tanto quisiera decirle…
Tímidamente, busco sus ojos,
Y en ellos veo reflejado
 todo el amor que siento
 y, por pudor, no digo.
Pero él…
 Me adivina el pensamiento,
Y me besa, me abraza ¡me ama!
¡Qué feliz es sentirse querida con tanto mimo!
En el amor, hay momentos, en que la voz no es necesaria.
Nosotros, cómplices con la mirada,
Nos sobraban las palabras para decirnos…
     ¡Lo que no digo, ni escribo!

Ahora recuerdo que os había prometido la receta de un solomillo con peras, al aroma de Pedro Ximénez.
INGREDIENTES:
Un solomillo de cerdo, dos cebolletas, 50g de mantequilla, 100g de azúcar, una cucharada de maicena, caldo de pollo o una pastilla de ave disuelta en agua, pasas de Corinto (sin semillas), sal, pimienta, aceite, un vaso de vino Pedro Ximénez y una pera (o tres cuartas partes) por comensal.

PREPARACIÓN:
1-Sin pelarlas, lavar bien las peras, partirlas en cuatro trozos y retirar las pepitas.

2-Poner una cazuela al fuego, echar la mantequilla y dejar que se derrita.


3-Incorporar las peras cortadas.

4-Añadir el azúcar, rehogarlas y dejar que vayan caramelizando lentamente. Reservarlas.

5-Mientras, picar las cebolletas, poner las pasas a remojar en agua y disolver la pastilla de ave en un poco de agua caliente.

6- En una cazuela, con un poco de aceite, poner la cebolleta a pochar.

7-Cuando está transparente y bien pochada, se añade una cucharada de maicena, remover y dejar un ratito para cocinar la harina.

8-Regar con el vino, subir un poco el fuego y remover.

9-Añadir el caldo de pollo y las pasas bien escurridas.
Remover con cuchara de madera hasta que se desprenda todo lo que se habrá adherido al fondo de la cazuela. Dejar reducir la salsa.


10-Triturarla y dejarla unos minutos más sobre el fuego. No es conveniente triturarla, mejor es pasarla por el pasapurés o el chino, de esta manera no pierde el color brillante que la caracteriza. Reservar.

11-Salpimentar el solomillo.

12-Poner sobre el fuego, una sartén grande con un poco de aceite, dejar que se caliente bien y dorar el solomillo por todos los lados.

Según nos guste más o menos hecho, lo tendremos más o menos tiempo dorándose, lo ideal es que quede un poco sonrosado por dentro. Cuando esté, se retira y se corta en medallones. Servir con las peras y regar con un poco de salsa.
Como ha llegado la hora de sentarse a la mesa, disfrutad de este plato, seguro que os va a gustar.


Y ahora, ya sólo me queda mandaros  un fuerte abrazo con todo el cariño de vuestra

                                           Kasioles

miércoles, 18 de febrero de 2015

COLI......FLOR DE INVIERNO

Querida madre: Pese al frío que hacía el domingo pasado, he querido ir a visitaros: Máriel ha venido conmigo.

La semana anterior no he podido hacerlo, había nevado y nadie ha pensado en acercarse al pueblo.

Cuando llegamos, la puerta estaba cerrada con su cadena y candado, no tuve ningún problema para entrar, siempre llevo la llave conmigo.

Nada más pisar la tierra, el silencio me abrazó como una ola de frío, fui derecha al panteón y allí nada se había movido.

No hizo falta regar las plantas, las violas seguían encogidas por el frío, apenas si se atreven a levantar sus caritas sonrientes, también las cohíbe el no tener abrigo.

El panorama de alrededor era de lo más triste y sombrío, el viento había esparcido todas las flores, ya secas, que hace unos meses los familiares y amigos habían traído a sus seres queridos.


Ante tanto silencio y soledad, llamó mi atención algo que escuché a lo lejos, sonreí al comprobar que no estábamos solas, desde lo alto de la torre del campanario nos contemplaban las cigüeñas que ya habían venido. 




Regresan para ocupar los nidos que albergaron, durante años, los retoños que han tenido.




CICONIA QUE SURCAS EL CIELO
Y OBSERVAS DESDE TU NIDO
ESTE CAMPO DESOLADO
DONDE SE MASCA EL SILENCIO
Y APENAS SI TIENE ABRIGO…

DE ACUERDO ESTARÁS CONMIGO
EN QUE AQUÍ YACEN LOS CUERPOS
DE TANTOS SERES QUERIDOS
QUE VIERON TRUNCAR SU VIDA
POR AZARES DEL DESTINO.

CROTORA, CICONIA BELLA,
CÁNTALE AL QUE ESTÁ CONTIGO,
EL ECO DE TU CANCIÓN DE AMOR
ES LA TIERNA Y DULCE NANA
QUE VA ACUNANDO, CON MIMO,
¡LOS SUEÑOS DE LOS YA DORMIDOS!

Y para cambiar de tema, hoy voy a traer a mi cocina una flor de invierno, me estoy refiriendo a la coliflor; recuerdo haberla comprado en el mercado con hojas largas y verdes que protegían  su fruto interior (de eso ya hace muchos años) actualmente las venden sin hojas, desconozco la razón.
Hoy la voy a preparar con una bechamel de jamón:

INGREDIENTES: Una coliflor bien prieta y sin manchas marrones, 100 g de jamón serrano en lonchas, 700cc de leche desnatada, 70g de harina de trigo, un trozo de mantequilla, un chorrito de aceite, sal, un poco de pimienta blanca y queso rallado al gusto.

PREPARACIÓN:
1-   Lavar la coliflor, sacarle el tronco central y separar los ramilletes. Ponerlos en una cazuela con agua, sal y un trozo de pan remojado en vinagre, es para aminorar el olor que desprende al cocer. Dejar cocer durante unos 25-30 minutos, escurrirla y reservarla en una fuente que pueda ir al horno.

2-   Preparar la bechamel.

3-   Poner en una cazuela un chorrito de aceite y un trozo de mantequilla, dejar que se derrita.

4-   Añadir el jamón cortado en trocitos muy pequeños y  rehogarlo.

5-   Añadir la harina, cocinarla un ratito para que pierda el sabor a crudo.

6-   Sin dejar de remover, ir añadiendo, poco a poco, la leche y seguir cocinándola hasta que vaya alcanzando la consistencia deseada.  Como es una bechamel para coberturas, no tiene que estar muy espesa. Aromatizarla con la pimienta y rectificar el punto de sal.

7-   Cubrir con ella los ramilletes de coliflor reservados.

8-   Espolvorearlos con queso rallado de oveja.

9-   También podemos echar queso rallado a los cuatro gustos que ya viene preparado en bolsas.

10- Meter al horno a gratinar y, cuando la superficie esté dorada, se retira y se sirve.



Y ya, para acabar, te mando cariños de toda la familia y un abrazo muy especial de tu hija.

                                           Kasioles

miércoles, 11 de febrero de 2015

LOMO DE CERDO CON VERDURAS AL AROMA DE LIMON

Querida madre: Se acerca un día que me trae muchos recuerdos.

Pese a los muchos años que Anthony y yo permanecimos juntos, nunca me ha faltado un regalo el día 14 de Febrero, era una de sus tantas muestras de amor.

Los enamorados sueñan y yo… Voy a cerrar los ojos y dejo volar la imaginación:
Veo preciosos campos de tulipanes, sus alegres y variados colores anuncian una primavera en flor.

Quisiera perderme entre ellos, pero sola… ¡Sola, no!


Coge mi mano, amor mío, necesito sentir tu calor, quiero notar que estás vivo, que diriges mi camino y que la vida renace en nuestro corazón.

Quiero contemplar el cielo, quiero sentir que me amas, lo mismo que te amo yo.
Ansío vivir el momento, éste es un día de amor.

Quiero fundirme en tus brazos, escuchar que mi corazón palpita de emoción.
Quiero mirarme en tus ojos, quiero acariciar tu piel, quiero besarte y besarte, para que guardes mis besos que tienen sabor a miel.

Quisiera abrir mi corazón, para cobijarte en él, quisiera tenerte cerca pero… ya está declinando el día y mis sueños… se están durmiendo con él.


COMO HOJAS MOVIDAS POR EL VIENTO
ASÍ VUELAN MIS RECUERDOS
PARECE QUE VAN ALADOS
BUSCANDO BELLOS MOMENTOS.

SE ACERCA UN DÍA EN QUE JUNTOS
REBOSANTES DE ILUSIÓN
COMPARTÍAMOS CARICIAS
QUE DEMOSTRABAN AMOR.

EL ROMANO CUPIDO NOS SONREÍA
Y EROS, COMO DIOS DEL AMOR,
NOS MIRABA COMPLACIDO
AL VER FLUIR LA PASIÓN.

Y AL LLEGAR EL DÍA…
RECUERDO CON QUÉ ILUSIÓN
SONREÍAS Y OFRECÍAS,
ADEMÁS DE TU PRESENTE,
EL MEJOR REGALO:
¡TU AMOR!

Como el sábado nadie me invitará a cenar, tendré que ser yo la que prepare la cena, la haré con antelación, ese día me pondré mis mejores galas para recibir a la esperanza que aún anida en mi corazón,  no voy a pintarla con tonalidades verdes, ahora estoy pensando en mi mar azul.

 Para ti: Lomo de cerdo con verduras al aroma de limón.

INGREDIENTES:
 Un cabecero entero de lomo, el zumo de dos limones, un chorrito de aceite, una cebolla grande o tres puerros, cuatro dientes de ajo, una rama de perejil, dos o tres zanahorias, 200g de champiñones, sal, pimentón, un vaso de vino blanco, orégano y pimienta negra.


PREPARACIÓN:
1-   Machacar en el mortero los dientes de ajo laminados, sal gorda y perejil. Reducir a pasta.

2-   Añadir la pimienta, el orégano, el pimentón y el aceite, remover bien para mezclar.

3-   Exprimir los dos limones y alargar la picada con su zumo y las ralladuras de uno.

4-   Pincelar la carne con este adobo por todas partes. Meterla en el frigorífico hasta el día siguiente y darle vueltas, de vez en cuando, para que se impregne bien.

5-   Al día siguiente, precalentar el horno a 180 grados y meter la carne en un asador.

6-   En el fondo del recipiente elegido, se cubre con cebolla o puerros cortados en juliana, zanahorias y champiñones laminados

7-   Salar, regar con el vino, un chorrito de aceite y el líquido de la marinada. Cubrir la bandeja con papel de aluminio y meter al horno.

8-   Al cabo de una hora, se saca, se destapa y se le da la vuelta, se rocía con el líquido que hay en el fondo de la bandeja y se vuelve a meter al horno tapada.

9-   Pasada otra hora, se vuelve a repetir la misma operación y se pincha la carne; si el líquido que sale es blanquecino, es señal de que ya está en su punto. En el caso de que gustase menos hecha, se debe sacar cuando, al pinchar, el líquido sale sonrosado. Cortar y retirar la malla que la envuelve.

 Se acompaña con unas patatas fritas en dados y una ensalada de lechugas variadas aliñadas con una vinagreta de pasas.

 Y ahora, ya sólo me queda enviaros un fuerte abrazo con los cariños de vuestra.

                                          Kasioles